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UX

El diseño UX para clientes más satisfechos

 

No es novedad que una de las mayores preocupaciones de las empresas es la satisfacción de sus clientes, no solo a nivel del producto o servicio que se ofrece, sino también, a nivel de la experiencia que viven con la marca. Dado que la innovación es la base de todo.

Pues bien, el diseño UX (User Experience) se ha convertido en un gran aliado para que las empresas alcancen este objetivo.

¿Cuál es la razón de esto? Empecemos por entender qué es el diseño UX.

En esencia, se trata del proceso de diseño de experiencias centrado en el usuario. Cabe mencionar que, sin darnos cuenta, ya vivimos en un mundo que se centra en la experiencia del usuario; no solo a nivel digital, sino también analógico.

Pues, es muy raro que un producto no esté diseñado con relación a nuestro comportamiento con un servicio, sobre la manera en la que buscamos la información y sobre nuestra percepción.

Ahora sí, entrando en materia, revisemos los fundamentos del diseño UX.

Son tres los fundamentos que maneja el diseño UX: la usabilidad, la accesibilidad y la interacción.

Usabilidad.

Evalúa qué tal fácil es para un usuario usar una interfaz determinada y puede ser analizado a partir de las variables que te mencionamos enseguida:

  • Aprendizaje: qué tan fácil es para el usuario completar tareas básicas y puntuales al usar una interfaz por primera vez.
  • Eficiencia: una vez conocen el funcionamiento de dicha interfaz, se analiza qué tan rápido pueden completar estas tareas.
  • Memorabilidad: cuánto tiempo tardan los usuarios en recuperar su capacidad previa, luego de un tiempo de no utilizar la interfaz.
  • Errores: cantidad, gravedad y posibilidad de dichos errores cometidos por el usuario.
  • Satisfacción: cuán agradable es para el usuario utilizar la interfaz. 

Accesibilidad.

Se refiere a la capacidad de interacción de la persona con la interfaz; tiene en cuenta tanto el contexto de uso, como las propias aptitudes del usuario.

Dado que el fin principal del diseño UX es asegurar una experiencia satisfactoria, eficiente y funcional, hay muchos casos en los que deben hacerse ciertas adaptaciones.

Para que personas que tengan algún tipo de discapacidad o pertenezcan a un grupo demográfico particular, puedan completar las mismas tareas sin realizar mayores esfuerzos o caer en errores.

Interacción.

Este punto es el que guía la interacción entre la interfaz y el usuario. Es decir, el usuario debe ser capaz de determinar qué hacer o cómo utilizar el producto. Mientras que, este último debe guiar u orientar su comportamiento de una forma no invasiva.

Mientras estos fundamentos se encuentren alineados a lo que representa la marca, no solo habrá una excelente experiencia como usuario, sino también, una buena relación con la empresa.

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